El 9 de agosto de 2021, dos trabajadores de nacionalidades rumana y marroquí murieron al caer más de diez metros tras el colapso de la estructura del tejado en una nave de la empresa Gonvarri, situada en el Polígono Burgos-Este (Castilla y León). Los fallecidos se encontraban retirando placas de uralita en labores subcontratadas, y los equipos de emergencia solo pudieron certificar sus muertes. La Inspección Territorial de Trabajo concluyó en su investigación que ni la empresa constructora Grijalvo Materiales de Construcción, ni la subcontrata Abriga Norte, ni el coordinador de prevención de Gonvarri hicieron una correcta valoración del riesgo en la obra, según recoge el Diario de Burgos.
Como resultado, el Ministerio de Trabajo ha impuesto una multa conjunta de 200.000 euros: 120.000 euros a Grijalvo, 40.000 a Abriga Norte y 40.000 a Gonvarri, en su calidad de propietaria de la nave. La sanción muestra las responsabilidades compartidas en la muerte de los dos obreros, considerado uno de los más trágicos en el ámbito laboral reciente de la región. El proceso penal relacionado con el siniestro sigue pendiente de sentencia tras el juicio celebrado en mayo de este año.
Este accidente pone de manifiesto las eternas deficiencias en la prevención de riesgos laborales en el sector de la construcción, al no garantizar la seguridad básica, pues la empresa no proporcionó líneas de vida a los trabajadores y la protección instalada no resistió el peso, según detallan los informes oficiales.