Colectivos sociales y vecinales han comunicado el fallecimiento de Montse, una mujer de 63 años que vivía en situación de calle tras ser desalojada el pasado 30 de septiembre de un edificio en la calle Trinidad 19, propiedad de la Sareb pero intervenido por el Ayuntamiento de Collado Villalba. Montse fue encontrada en estado crítico el 8 de diciembre a las puertas de un supermercado, hipotérmica y desnutrida, y falleció dos días después en el hospital local. Su muerte ha reavivado el debate sobre las políticas municipales de vivienda y el abandono institucional a las personas vulnerables.

El desalojo se ejecutó sin orden judicial previa, aduciendo "motivos de insalubridad e inseguridad" en el inmueble, que había sufrido un incendio meses antes. Nueve personas, entre ellas Montse, quedaron en la calle sin alternativa habitacional ni seguimiento por parte de Servicios Sociales. Según testimonios recogidos por la Asamblea de Vivienda de Villalba, Montse no presentaba problemas de salud graves previos, pero su estado se deterioró rápidamente por las condiciones de vida en la intemperie durante el otoño e invierno."Los desahucios matan. Esto no es solo un lema, es una realidad cruel", denuncian desde la Asamblea de Vivienda. 

Recuerdan casos anteriores, como el de Alfonso en 2020, quien también falleció poco después de un desalojo similar. Critican la "política de odio al pobre" del gobierno municipal del PP, liderado por la alcaldesa Mariola Vargas, que prioriza inversiones en control social, como cámaras de reconocimiento facial, sobre recursos sociales. Collado Villalba es uno de los municipios con menor presupuesto per cápita en Servicios Sociales, apenas superando el medio millón de euros anuales.