Con los despidos superando el 60% de las negociaciones y la temporalidad al alza, el Estado español encara un otoño con un repunte de huelgas, ERE y protestas en varios sectores.

Las administraciones disparan mensajes 'Es-Alert', cierran centros educativos y piden máxima precaución ante la previsión de hasta 300 litros por metro cuadrado y posible inundación súbita por la borrasca ex-Gabrielle.

Moviliza al aparato de estado para desarticular “organizaciones y redes de violencia política”, define “extremismo” por creencias y manifestaciones, y habilita designaciones internas de “terrorismo doméstico”.

La resistencia exige una retirada militar y suspensión de ataques aéreos a cambio de la liberación de los prisioneros, pero los ataques israelíes complican la situación.

La disputa entre Trump y los demócratas bloquea la financiación; millones de empleados federales pueden quedar suspendidos y la Casa Blanca prepara despidos a gran escala.

El Partido Acción y Solidaridad (PAS) vence con cerca del 49%, pero sin mayoría absoluta clave para integrarse en la UE; la oposición alega fraude electoral y convoca protestas.

Las facciones de la resistencia garantizan un índice de alfabetización del 99,4% y un índice de supervivencia del 72% en sus operaciones contra la ocupación.

Los trayectos diarios incrementan la jornada efectiva, alcanzando hasta 670 horas extra anuales y 5.000 euros de coste, mientras los fallecidos 'in itinere' representan una de cada cinco muertes laborales.

Luzía y Antón hablan sobre los primeros pasos y las perspectivas de la Coordinadora da Mocidade Socialista (CMS) en Galiza.