Se cumplen 50 años del asesinato de Mikel Salegi a manos de la Guardia Civil

La policía lo mató a tiros en un control en 1974, cuando regresaba en coche a casa. Se ha celebrado un acto con motivo del 50 aniversario, y los familiares siguen denunciando la oscuridad en torno al caso.

Cartel del homenaje a Mikel Salegi.
Foto: @JavierBuces

Mikel Salegi, natural de Donostia (Gipuzkoa), tenía 21 años cuando la Guardia Civil lo asesinó en un control. Sucedió el 18 de diciembre de 1974, y mañana se cumplirán 50 años. Mikel regresaba a casa en coche de madrugada junto a varios compañeros cuando se toparon con un control policial mal señalizado en Rekalde. Viajaban en tres coches juntos, pero debido a la lluvia no vieron bien el control: después de que los dos primeros vehículos se detuvieran, los agentes dispararon contra el tercer coche, alcanzando a Mikel con una ráfaga de balas: dieciocho proyectiles lo impactaron.

La reacción inmediata de la Guardia Civil fue recoger los casquillos de bala, detener al conductor que viajaba con Mikel y llevarse el coche. Lo dejaron tirado en el suelo, y fueron sus compañeros quienes intentaron levantar al joven y llevarlo al hospital. Sin embargo, un coche de la Policía española los interceptó y no les permitió continuar durante diez minutos, mientras Mikel se desangraba. Cuando finalmente pudieron llevarlo al hospital, ya era demasiado tarde.

Cuando los familiares llegaron al hospital, no les permitieron ver a Mikel: lo sacaron por la puerta trasera y lo llevaron al cementerio de Polloe. Cuando su familia acudió allí, la policía lo tenía totalmente tomado. No querían dejarles ver el cuerpo del joven y pretendían enterrarlo sin practicarle una autopsia. Finalmente, consiguieron que se realizara una autopsia, revelando que había sido alcanzado por dieciocho balas.

Por si todo esto fuera poco, el funeral del joven también estuvo marcado por la represión. En la iglesia, detuvieron a varias personas, y cuando los asistentes comenzaron a salir, miembros del grupo fascista PENS, armados, los estaban esperando en el exterior. También había policía, que cargó contra los familiares y amigos del fallecido. Hubo doce heridos (una mujer perdió al bebé que llevaba dentro y otra persona perdió un ojo), 200 detenidos y varios encarcelamientos, además de denuncias de torturas durante las detenciones.

Caso cerrado

El caso judicial ya está cerrado, pero los familiares y amigos de Mikel continúan exigiendo su reapertura, denunciando la oscuridad e impunidad en torno a lo ocurrido. El pasado sábado por la tarde se celebró un acto en recuerdo del joven en el Kursaal de Donostia, con motivo del 50 aniversario.