A dos días de la toma de posesión presidencial del 10 enero en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ha afirmado en la televisión pública que “triunfará el derecho a la paz”, y ha defendido “la estabilidad del país”, frente al llamado de la oposición a derrocarlo. Para ello, el Gobierno venezolano ha desarrollado una estratégica híbrida particular, que combina el despliegue de fuerzas estatales y civiles que defenderán el orden constitucional venezolano de forma coordinada.
Entre las fuerzas dispuestas, destaca la Milicia Bolivariana, que llevó a cabo un despliegue este martes 7 de enero como parte de la juramentación de los Cuerpos de Combatientes de cara al 10 de enero. Se trata de un cuerpo irregular y no profesional que cuenta con más de 5 millones de integrantes. Aunque su nivel de instrucción y equipamiento sea bajo por lo general, el elemento cuantitativo lo convierte en una importante base de apoyo civil armado para la República Bolivariana de Venezuela.
Esta milicia, que cuenta con una implantación significativa en los sectores populares del país, ha distribuido este miércoles fusiles de asalto kalashnikov a civiles en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas, reforzando las Unidades de Defensa Integral de la milicia. Maduro subrayó que “nadie va a perturbar la tranquilidad del pueblo”, frente a lo que describió como “intentos de desestabilización” por parte de facciones opositoras.
La oposición, por su parte, denuncia “un aumento de la represión”. Rafael Tudares, yerno del líder opositor Edmundo González, ha sido secuestrado esta semana, y drones han sobrevolado la casa de la madre de la opositora en clandestinidad María Corina Machado. Siete presuntos mercenarios extranjeros fueron arrestados, según Maduro, mientras que agentes encapuchados se habrían desplegado frente a las viviendas de líderes opositores, reporta el El País. González, reconocido líder opositor con vínculos con la ultraderecha, asegura que “viajará a Caracas para asumir el cargo”. Desde Miraflores prometen arrestarlo si vuelve a pisar suelo venezolano.
González se reunió en Washington con el presidente en funciones de EEUU Joe Biden y con congresistas estadounidenses como María Elvira Salazar, Carlos A. Giménez y Mario Díaz-Balart. Sin embargó, no consiguió un encuentro con Donald Trump, lo que muestra ciertas dificultades para asegurar un apoyo internacional contundente. El panorama de cara a la toma de posesión sigue marcado por la incertidumbre y el riesgo de nuevos episodios de confrontación.