El M23 declara alto el fuego en la RDC

El grupo armado pro-ruandés M23 ha suspendido temporalmente su avance en el este de la República Democrática del Congo.

Servicios sanitarios congoleños retiran varios cadáveres al cementerio de Goma (República Democrática del Congo).

El grupo armado M23, apoyado por la dictadura ruandesa y Occidente, ha anunciado un alto el fuego unilateral en el este de la República Democrática del Congo (RDC) a partir del 4 de febrero. La Alianza Fleuve Congo (AFC/M23), que según fuente congoleñas y de las Naciones Unidas integra miles de tropas ruandesas, declaró la medida debido a la “crisis humanitaria” provocada por sus propias acciones, tras tomar la ciudad de Goma la semana pasada. La ONU informa que al menos 900 personas han sido asesinadas durante la ofensiva, mientras que las autoridades locales reportan más de 2.900 heridos. El anuncio de la tregua llega mientras las comunidades locales piden el establecimiento de un corredor humanitario, aunque aún no hay comentarios oficiales desde el gobierno de Kinshasa sobre si se respetará el alto el fuego.

Según un comunicado emitido por el grupo armado a través de la red social X, “La Alianza Fleuve Congo (AFC/M23) informa al público que, en respuesta a la crisis humanitaria causada por el régimen de Kinshasa, declara un alto el fuego a partir del 4 de febrero de 2025”. La situación en Goma, una ciudad con dos millones de habitantes y rica en recursos minerales, ha empeorado considerablemente desde la ocupación de la milicia. Aunque el M23 han declarado que “no tienen la intención de tomar Bukavu u otras áreas cercanas”, su ofensiva ha seguido avanzando en dirección a esa ciudad, dejando una estela de cadáveres a su paso.

La ONU y otras organizaciones internacionales, como la Unión Africana, han expresado su habitual “preocupación” por el incremento de las masacres y las vulneraciones de derechos durante la ofensiva del proxy ruandés, mientras que las acusaciones de saqueo de recursos naturales por parte de estos y de Ruanda continúan en aumento. La lucha tiene raíces en tensiones étnicas de larga data, ya que el M23 se presenta como “defensor de los tutsis congoleños”, muchos de los cuales huyeron de Ruanda tras el genocidio de 1994. Sin embargo, lo cierto es que Occidente y sus lugartenientes ruandeses tratan de consolidar su influencia sobre una región rica en materias primas esenciales para la “transición ecológica y tecnológica”. Por ello, el gobierno de la RDC acusa a Ruanda de apoyar al grupo armado con el fin de explotar las minas de recursos raros del país. El alto el fuego se produce a menos de una semana de una cumbre regional en la que se espera que los presidentes de la RDC y Ruanda, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, participen, aunque ambos han eludido negociaciones en el pasado.