Turquía se une al foro de minerales críticos liderado por EEUU y la UE en medio de la rivalidad con China

El país busca diversificar su producción de tierras raras y reducir la dependencia de Pekín, mientras negocia con ambos bloques para desarrollar su infraestructura minera.

Tierras raras en Pamukkale (Turquía).
Foto: istock

Turquía se ha incorporado al Foro de Asociación para la Seguridad de los Minerales (MSP, por sus siglas en inglés), una iniciativa liderada por Estados Unidos y la Unión Europea para garantizar el suministro global de minerales críticos y tierras raras, esenciales para la fabricación de dispositivos tecnológicos y vehículos eléctricos. Según fuentes oficiales citadas por Middle East Eye y Anadolu, el gobierno turco busca aprovechar esta alianza para desarrollar su infraestructura minera y reducir su dependencia de China, que controla más del 70% del comercio mundial de estos materiales. Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense confirmó a MEE que “el gobierno de Turquía se ha unido al foro”, y anunció que se hará una declaración formal en las próximas semanas.

El MSP, creado en 2024, reúne a 14 países y la UE con el objetivo de diversificar la cadena de suministro de minerales críticos, actualmente dominada por China. Turquía, que en 2022 anunció el descubrimiento de un yacimiento de 694 millones de toneladas de tierras raras en Eskişehir (el segundo más grande del mundo, según sus autoridades), aspira a producir anualmente 10.000 toneladas de óxidos de tierras raras, además de otros minerales estratégicos como torio, barita y fluorita. Sin embargo, expertos señalan que aún no se han realizado estudios independientes que confirmen la magnitud del hallazgo.

Mientras Turquía negocia con China para explotar estos recursos, la UE ha intensificado sus esfuerzos para atraer a Ankara ofreciendo financiación y tecnología. Recientemente, Bruselas lanzó un proyecto de 12 millones de euros para fortalecer el ecosistema turco de tierras raras, incluyendo la creación de un centro de investigación y una planta de reciclaje. J. Vilcinskas, encargado de negocios de la delegación de la UE en Turquía, describió estos minerales como “el nuevo petróleo y gas de la revolución industrial y energética”, destacando su importancia para la transición verde y digital. No obstante, fuentes europeas reconocen que pocas empresas del bloque están preparadas para colaborar inmediatamente con Turquía en la extracción de estos recursos.

Por su parte, Turquía mantiene una postura pragmática. Fuentes cercanas al gobierno afirmaron a MEE que “no firmarán un acuerdo con Pekín a menos que acepten producir el producto final en Turquía”. El ministro de Energía turco, Alparslan Bayraktar, visitará China en octubre para continuar las negociaciones, aunque Ankara también explora opciones con otros socios. Este movimiento indica la creciente competencia global por el control de los minerales críticos, en un contexto donde la demanda de tierras raras se espera que se quintuplique para 2030.