Yolanda Díaz anuncia la inminente aprobación de la reducción de la jornada laboral

La ministra de Trabajo asegura que el Consejo de Ministros aprobará el martes la rebaja de la jornada laboral, sin gran movilización obrera de por medio y mientras el Estado español mantiene cifras estructurales de paro elevado.

Imagen de archivo de la ministra de Trabajo Yolanda Díaz con los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo.
Foto: vía La República

La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha confirmado este jueves que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes la reducción de la jornada laboral. Lo ha anunciado durante su intervención en la clausura del Congreso de CCOO Industria celebrado en Toledo, calificándola como “la política más difícil” que ahora “va a tocar defender”. Según declaraciones de Díaz recogidas por Europa Press en el acto, “esta es la medida que más desea el conjunto de los españoles, voten a quien voten”.

La titular de la cartera de Trabajo ha apelado a trasladar esta iniciativa al Parlamento español para recabar apoyos: “Vamos a tener que dejarnos la piel con inteligencia, con argumentos”, ha afirmado, sin detallar los términos concretos de la medida.

Además, la iniciativa no está acompañada de un proceso de lucha sindical que haya obligado a la patronal y al Gobierno a conceder la medida. Al contrario, Díaz se limita a asegurar que se trata de que “el sentido común en la calle se convierta en sentido común en el Parlamento”, en un discurso orientado más a la concertación política.

Esta decisión llega en un momento en el que no se registran presiones significativas desde los sindicatos ni movilizaciones laborales por parte de los trabajadores en demanda de esta reforma. En este contexto, la iniciativa genera dudas sobre su motivación real entre los críticos: el Estado español mantiene una de las tasas de desempleo más altas de Europa, lo que plantea la posibilidad de que la reducción de jornada sea utilizada como una vía para redistribuir el tiempo de trabajo sin generar nuevos empleos efectivos ni abordar de fondo el problema estructural del paro.

Pero no solo eso, es muy probable que la medida se aplique de forma muy limitada y desigual, debido a la estructura productiva del Estado español, caracterizada por una altísima presencia de pequeñas y medianas empresas y por sectores como el turismo, los servicios o la agricultura, cuya competitividad depende en gran medida de la explotación extensiva de la fuerza de trabajo, lo que dificulta enormemente cualquier reducción efectiva del tiempo de trabajo.