La ministra de Defensa del Gobierno español, Margarita Robles, ha confirmado la llegada de bombarderos y aviones cisterna estadounidenses a las bases de Morón y Rota, en el marco del refuerzo militar de la Administración Trump ante la agresión que está llevando a cabo el Estado de Israel en la República Islámica de Irán.
Robles ha declarado que “Estados Unidos está utilizando las bases, pero siempre dentro de los límites del acuerdo que tenemos entre los dos países y con arreglo a los tratados”, sin aportar detalles sobre el alcance del despliegue.
Este movimiento se produce en paralelo a la ofensiva militar israelí, con el apoyo logístico y estratégico estadounidense necesario, que ha bombardeado Irán durante seis días consecutivos, destruyendo infraestructuras militares y nucleares y matando al menos 224 personas por el momento, según cifras oficiales iraníes.
Según datos recabados por la BBC y citados por Europa Press, al menos 30 bombarderos y aviones cisterna estadounidenses han hecho escala en bases del Estado español y Reino Unido en los últimos días, como parte del dispositivo militar desplegado en la región.
Mientras tanto, el presidente estadounidense Donald Trump ha chantajeado a Irán asegurando que “la paciencia de Estados Unidos se está agotando” y ha instado a Teheran a una “rendición incondicional”, al tiempo que Washington mantiene el control del espacio aéreo iraní y se prepara para una posible intervención directa.
Doble cara
El Gobierno español, mientras con una mano proporciona apoyo logístico a la maquinaria de guerra estadounidense e israelí, con la otra expresado su “preocupación” por el deterioro de la situación; una situación a la que está contribuyendo al mantener la colaboración militar con Estados Unidos en plena agresión sobre territorio iraní, declarada ilegal hasta por el Derecho Internacional.
Así lo han recordado organizaciones internacionales y autoridades iraníes, calificando los bombardeos israelíes, con apoyo estadounidense, como una violación del derecho internacional y un “crimen contra la humanidad”. Mientras la infraestructura civil y militar de Irán sigue siendo objetivo de los ataques y la escalada amenaza con extender el conflicto a toda la región.