Garamendi rechaza que se señale a las empresas corruptoras y responsabiliza solo a los políticos

El presidente de la patronal “condena” la corrupción y critica las acusaciones de corresponsabilidad del tejido empresarial: “El que corrompe es el que tiene el poder”.

Antonio Garamendi, presidente de la patronal CEOE.
Foto: @agaramendil (X)

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado este martes en un foro organizado por el diario Sur en Málaga que “el que corrompe es el que tiene el poder”, rechazando que “se señale sistemáticamente a las empresas como responsables de la corrupción en España”.

Garamendi ha condenado “absolutamente lo que se está viviendo” en relación con los recientes casos de corrupción y ha advertido de que “no se puede admitir bajo ningún concepto que siempre buscamos a la empresa como el gran culpable de absolutamente todo”.

El líder empresarial ha excusado a las empresas implicadas: “No es tengo dinero y te corrompo, sino es, si no me das dinero, no te doy…, es el que tiene el poder el que realmente tiene la capacidad de corromper”. Así, reserva “el poder” exclusivamente al poder político, excluyendo al poder económico.

Garamendi ha respondido así a recientes declaraciones de miembros del Gobierno español que, según él, “dicen que los corruptores son las empresas”, y ha insistido en que “el sistema empresarial no es corruptor, que es lo que se está trasladando a la sociedad”.

El presidente de la patronal ha subrayado que “si hay responsabilidades, tendrá que responder quien corresponda y está la justicia”, pero ha pedido que “no se generalice a todo el tejido empresarial por los casos que afectan a tres o cuatro empresas entre dos millones”.

Garamendi ha reclamado “sentido de Estado” y ha abogado por “fortalecer las instituciones”, evitando “inventarse medios para debilitarlas”.

Durante su intervención, Garamendi también ha abordado otros temas de actualidad como la reducción de la jornada laboral, el absentismo, la inmigración y los cambios en el mercado de trabajo, defendiendo la necesidad de “flexibilidad, productividad y competitividad” para la economía del Estado español.

Ha concluido señalando que “en España hay muchísimo talento y merece la pena estar aquí”, aunque ha reconocido que “tocan momentos más complicados” y ha llamado al “optimismo”.