El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha enviado una carta al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en la que solicita que el Estadp español quede eximido del compromiso de aumentar el gasto militar al 5% del PIB, fijado como objetivo para la próxima cumbre de la Alianza en La Haya.
En el texto, al que ha tenido acceso Europa Press, Sánchez argumenta que “no es razonable y sería contraproducente para España” asumir esa meta, que implicaría destinar alrededor de 80.000 millones de euros anuales adicionales.
El presidente plantea que el objetivo de gasto sea “opcional” o que el Estado español quede excluido de su aplicación, para “no limitar las ambiciones de otros aliados”.
El jefe del Ejecutivo advierte que un aumento tan abrupto del gasto militar “afectaría negativamente la economía española”, generando “aumentos de impuestos a la clase media, recortes en servicios públicos y reducción del compromiso con la transición verde y la ayuda internacional”.
Sánchez subraya que el Estado español ya cumple con el 2% del PIB exigido anteriormente, y que ese nivel es “suficiente” para cubrir los requerimientos militares aprobados recientemente por la OTAN.
Además, señala que la Unión Europea y sus Estados miembros “necesitan tiempo y margen de maniobra” para “avanzar” en la industria armamentística y la “interoperabilidad” militar, y que “un incremento precipitado podría perjudicar esos esfuerzos”.
Pese a sus peticiones, Sánchez reafirma la subordinación del Estado español a la OTAN y asegura que “seguirá siendo un aliado leal” y contribuirá “activamente” a lo que ellos denominan como “seguridad europea”.
La propuesta de “flexibilizar” el objetivo de gasto será debatida en la cumbre de La Haya, que se celebrará los días 24 y 25 de junio.
Mientras tanto, el presidente español pide que la declaración final “contemple esta fórmula para respetar la soberanía presupuestaria de cada aliado y evitar tensiones internas en la Alianza”.
