El Gobierno de Gaza ha denunciado el hallazgo de pastillas de oxicodona, un potente opioide, en sacos de harina repartidos como ayuda humanitaria por la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), organización respaldada por Estados Unidos y el Estado de Israel. Según el comunicado oficial, “hemos documentado cuatro testimonios de ciudadanos que encontraron estas pastillas dentro de los sacos de harina”, y advierte de la “posibilidad de que algunas de estas sustancias narcóticas hayan sido molidas o disueltas en la propia harina”. Se trata de un fármaco altamente adictivo, prescrito solo en casos de dolor severo, y su ingestión accidental puede causar complicaciones graves, según advierten profesionales médicos locales.
La Oficina de Medios del Gobierno en Gaza responsabiliza al Estado de Israel de un crimen atroz de difusión de adicción y destrucción del tejido social palestino desde dentro y denuncian la explotación del bloqueo para introducir estas sustancias como “ayuda”.
El farmacéutico Omar Hamad ha calificado el hallazgo como la forma más despreciable de genocidio, mientras que el doctor Khalil Mazen Abu Nada lo describe en Middle East Eye como “un medio para borrar nuestra conciencia social”. Imágenes de las pastillas han circulado en redes sociales, generando alarma entre la población y organizaciones humanitarias.
El médico de familia Asier Genua advertía en la red social X que la oxicodona puede causar depresión respiratoria, alteraciones de la conciencia y una grave adicción. “Es un ejemplo estremecedor de cómo se pone la medicina al servicio de la guerra química y el genocidio”, denunciaba en la red social.
La GHF, creada en mayo de 2025 y gestionada por exmilitares y contratistas privados estadounidenses e israelíes, ha sido criticada por organismos internacionales y ONG por su falta de transparencia, la militarización de la ayuda y los riesgos para la población civil.
Médicos Sin Fronteras y al menos 15 organizaciones de derechos humanos han pedido la suspensión del sistema, al que acusan de socavar el trabajo humanitario y facilitar el desplazamiento forzado, y advierten que más de 500 palestinos han sido asesinados y miles han resultado heridos en las inmediaciones de los centros de distribución de la GHF en el último mes.