Starbucks tendrá que pagar 35 millones a sus trabajadores en Nueva York por medio millón de violaciones laborales
La empresa ha incumplido sistemáticamente la ley que establece horarios estables en cientos de locales, mientras Starbucks Workers United mantiene una huelga nacional y pide un boicot al consumo.
La multinacional Starbucks se verá obligigada a pagar aproximadamente 35 millones de dólares en compensación a más de 15.000 trabajadores de Nueva York, tras una investigación del Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajo de la ciudad que documentó medio millón de violaciones de la llamada Ley de Jornada Laboral Justa desde 2021. Según informó Gothamist, el acuerdo –calificado como "el mayor de la historia de la ciudad en protección laboral"– incluye también 3,4 millones en multas y costas, obligando a la empresa a readmitir a los empleados despedidos durante cierres recientes de tiendas. La investigación dedujo que la mayoría de los trabajadores nunca tuvieron horarios regulares y la empresa reducía rutinariamente sus horas en un 15% o más, negándoles además turnos extra.
La ley Fair Workweek exige a las empresas de retail y comida rápida proporcionar horarios predecibles con 14 días de antelación, pagar pluses por cambios de última hora y ofrecer primero los turnos nuevos a la plantilla actual antes de contratar nuevos trabajadores. La comisionada Vilda Vera Mayuga declaró que los trabajadores "tratan de tener cierta regularidad en sus vidas. Necesitan ser tratados con dignidad". La barista y miembro del sindicato Starbucks Workers United, Kai Fritz, explicó a Gothamist que la imprevisibilidad hacía "difícil pagar el alquiler, la matrícula universitaria o cuidar de sus familias", forzando a muchos trabajadores a buscar segundos empleos.
Llamamiento al boicot
El sindicato Starbucks Workers United, que representa a 17 tiendas en los cinco distritos de Nueva York, ha escalado su huelga nacional Red Cup Rebellion, iniciada el Black Friday. Los trabajadores denuncian tácticas antisindicales de la empresa y exigien mejoras salariales y horarias. A través de su cuenta en X, el sindicato pide "no comprar Starbucks durante la huelga" y "no cruzar los piquetes", en el marco de un "deterioro total" de las condiciones laborales. La empresa, en un comunicado en su web, minimizó el acuerdo afirmando que se trata "de cumplimiento, no de salarios no pagados", alegando que los requisitos legales son "difíciles de cumplir".
La lucha sigue
El caso expone la práctica sistemática de una corporación internacional para maximizar beneficios mediante la precarización extrema de sus plantillas, utilizando la llamada "flexibilidad horaria" como herramienta de control, presión y maximización de sus benificios. Sin embargo, el acuerdo, aunque cuantioso, no resuelve el conflicto de fondo: los trabajadores siguen en huelga nacional para exigir un convenio colectivo que van más allá de la compensación económica individual a cada trabajador perjudicado. La respuesta patronal de negociar compensaciones mientras combate el sindicalismo muestra la estrategia patronal de gestionar penalizaciones como un coste operativo más, sin alterar un modelo basado en la inestabilidad laboral crónica para los trabajadores.