La tecnología que acompaña a las personas mayores: Asistentes virtuales y hogares inteligentes

Las innovaciones tecnológicas podrían mejorar la calidad de vida de algunos mayores en los hogares, pero expertos alertan sobre sus riesgos.

Imagen: master1305 (iStock).

Muchas personas mayores prefieren envejecer en casa en el Estado español, pero la falta de autonomía y los riesgos asociados requieren un apoyo extra, y la soledad es un problema habitual en estas edades. Algunos sectores presentan la tecnología como una herramienta clave para afrontar estos desafíos sociales. Investigaciones recientes de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) anticipan un posible impacto positivo de los asistentes virtuales en la vida cotidiana de los mayores. Sin embargo, algunos expertos subrayan que expertos esta tecnología “debe ser complementaria y no sustituir el apoyo humano”, ya que un uso excesivo podría aumentar el aislamiento social que padecen muchas personas mayores.

Entre las soluciones más innovadoras destaca Celia, una asistente virtual desarrollada por la Universidad de Vigo. Este sistema, que actúa como una “amiga digital”, no solo mantiene conversaciones con los usuarios, sino que también monitorea patrones de salud a través de algoritmos y notifica anomalías a familiares o cuidadores. La app, adaptada a los hábitos del usuario, pretende ser una herramienta eficaz contra la soledad, uno de los problemas más graves de la población mayor. No obstante, las barreras tecnológicas continúan siendo un reto para muchos, por lo que la simplicidad en su uso es crucial.

Además de las aplicaciones de acompañamiento, el concepto de hogar inteligente se está ampliando gracias a sensores no invasivos y robots sociales como Temi, desarrollados por el grupo de investigación EIAROB de la Universidad de Valladolid. Estos dispositivos buscan mejorar la seguridad y autonomía de las personas mayores, detectando caídas o falta de actividad y enviando alertas en tiempo real. Aunque estos avances están en fase de prueba en hogares de Castilla y León, los expertos insisten en que la tecnología debe ser vista como un complemento, y no un reemplazo, del cuidado humano, especialmente en áreas rurales donde los recursos son limitados.