Las compañías Telefónica, Indra y Hispasat, que operan en áreas estratégicas como telecomunicaciones, tecnología y la industria armamentística y aeroespacial, tienen un accionista mayoritario en común: la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), que representa al Estado español. Este hecho, combinado con el reciente nombramiento de Marc Murtra como presidente de Telefónica, ha avivado las especulaciones sobre posibles movimientos corporativos, sobre todo en un contexto de creciente digitalización y transformación tecnológica. La convergencia de estas empresas podría consolidarse como una estrategia del Gobierno español para fortalecer sectores clave de la economía del estado.
Las tres compañías han experimentado un fuerte impulso hacia la digitalización en los últimos años. Telefónica creó su división Telefónica Tech en 2019 para integrar sus actividades relacionadas con la tecnología, como la nube y la ciberseguridad. Indra, por su parte, consolidó su división de tecnología y consultoría digital bajo el nombre de Minsait. Este enfoque ha permitido a ambas empresas ganar relevancia en el panorama tecnológico global. La idea de una colaboración más estrecha entre Telefónica y Minsait ha sido discutida, con algunos analistas sugiriendo que un eventual acuerdo podría ser “una oportunidad para crear campeones nacionales” que compitieran en el ámbito internacional.
A pesar de los rumores sobre una posible compra de Indra por parte de Telefónica, la mayoría de los analistas consideran esta opción “poco probable”, ya que ambas compañías han mantenido una estructura operativa independiente. Sin embargo, su relación se ha estrechado a través de colaboraciones, como el contrato de 582 millones de euros firmado el año pasado para el desarrollo de sistemas tecnológicos. Además, Indra ha centrado sus esfuerzos en el sector de militar y aeroespacial, áreas donde Telefónica también tiene presencia, principalmente a través de servicios de telecomunicaciones y ciberdefensa para las Fuerzas Armadas. Esta convergencia de intereses podría allanar el camino para futuras alianzas, especialmente en el ámbito de las comunicaciones críticas y la inteligencia artificial.
Por otro lado, el futuro de Hispasat también podría estar vinculado a los planes estratégicos de Indra. La posibilidad de que Indra adquiera Hispasat ha sido tema de discusión desde la creación de la nueva división de espacio en Indra, que busca posicionarse como un jugador clave en el ecosistema europeo de satélites. A pesar del interés en Hispasat, las diferencias en el precio de adquisición y las dudas sobre su precio han retrasado cualquier avance. Telefónica, que fue accionista de Hispasat en sus primeros años, mantiene una relación de colaboración con la empresa de satélites, especialmente en proyectos de conectividad en regiones remotas. El futuro de estas tres empresas dependerá de cómo gestionen sus relaciones y se adapten a un entorno cada vez más interconectado y competitivo.