Este 10 de febrero Irán celebra el 46.º aniversario de la Revolución Islámica con multitudinarias marchas en diversas ciudades, destacando la Plaza Azadi en Teherán. Los participantes han portado banderas iraníes y pancartas en defensa de los principipios de la República Islámica. El presidente Masoud Pezeshkian ha afirmado en su discurso: “Nunca inclinaremos la cabeza ante los extranjeros. No buscamos la guerra, pero el enemigo ha intentado generar conflictos desde el primer día”.
Durante las festividades, el ayatolá Seyed Ali Jamenei ha rendido homenaje al Imam Jomeini en el mausoleo de Behesht-e Zahra, recordando a los muertos durante la Revolución y la guerra con Irak entre 1980 y 1988. En su intervención, destacó: “Los musulmanes son hermanos entre sí”.
Estas conmemoraciones se producen en un contexto de tensiones con Estados Unidos, especialmente tras la reactivación de la campaña de “máxima presión” por parte del presidente Donald Trump. Pese a las sanciones económicas que afectan la economía iraní, el gobierno de Irán y miles de ciudadanos reafirmaron su compromiso con “la soberanía nacional y la resistencia ante las presiones externas”.
