Klaus Iohannis, quien ha sido presidente de Rumanía desde 2014, ha anunciado su dimisión este lunes en un mensaje en el que explica que su decisión busca evitar una crisis política. “Para evitar una crisis, renuncio como presidente de Rumanía”, ha afirmado Iohannis en una conferencia de prensa, detallando que su salida se formalizará el 12 de febrero. Esta renuncia se produce en medio de una creciente presión por parte de la oposición, especialmente después de la reciente anulación de las elecciones presidenciales por el Tribunal Constitucional del país.
En diciembre de 2024, el Tribunal Constitucional invalidó la primera vuelta de las elecciones, suspendiendo la segunda vuelta programada para el 8 de diciembre. Este fallo fue precedido por acusaciones de “injerencia extranjera” y de supuestas “irregularidades en el proceso electoral”, lo que desató un clima de incertidumbre política. La situación se complicó cuando el candidato euroescéptico de extrema derecha, Calin Georgescu, sorprendió al ganar la primera vuelta, alimentando las acusaciones de “manipulación electoral” por parte de sus rivales, que no aceptaron los resultados.
El presidente, quien había completado su segundo mandato, había perdido apoyo en varios sectores, y su permanencia en el cargo se convirtió en un tema de debate político. Iohannis había sido reelegido para un segundo mandato en 2019, pero con la situación política actual y el escándalo por las elecciones anuladas, su salida del cargo parecía inevitable.
