Donald Trump, presidente de los Estados Unidos América, realizó una de sus habituales declaraciones incendiarias ante el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, asegurando que el Estado español podría ser expulsado de la OTAN por su negativa a aumentar el gasto militar al 5% del PIB, objetivo fijado en la cumbre de La Haya en junio. Trump llamó al Estado español como el “país rezagado” y afirmó que “no tienen excusa para no hacerlo”, sugiriendo que “quizás deberían expulsarlos de la OTAN”.

En Madrid mantienen la calma y piden, “máxima tranquilidad”, recordando que el Estado español es un miembro de pleno derecho alineado con la OTAN, y que "cumple con sus objetivos". Pedro Sánchez ha reiterado la perspectiva del Gobierno español sobre la cuestión, que considera que la realidad geopolítica del sur de Europa requiere "enfoques distintos" a los de países a los que la guerra de Ucrania afecta tangencialmente, priorizando "cooperación y seguridad" en lugar de un rápido aumento del gasto militar.​

El Estado español destina actualmente un 2% del PIB a gasto militar, cifras alcanzadas después de un aumento histórico. Aun así, se encuentra entre los más bajos en la OTAN, junto con países como Bélgica y Portugal. Y no solo eso: también ha incrementado en un 11% su plantilla militar con un plan de crecimiento hasta 2035. Pero no es suficiente para la Alianza, que exige informes anuales detallados para asegurar que se cumpla el objetivo del 5%, que el Ejecutivo de Sánchez ha pedido que se interprete "con flexibilidad".

Las palabras de Trump han resonado en la disputa partidista interna del Estado español. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha salido rápidamente a responsabilizar a Sánchez y a defender que “España es un socio creíble y comprometido con la OTAN”, insinuando que un Gobierno del PP cumpliría con el mandato de subir el gasto militar al 5% del PIB de forma inmediata. Feijóo ha asegurado que “España no saldrá de la OTAN, Sánchez saldrá de la Moncloa”.

¿Puede un país ser expulsado de la OTAN?

No existen procedimientos formales preestablecidos en el tratado fundacional de la OTAN para que un estado miembro sea expulsado. El artículo 13 del Tratado del Atlántico Norte establece que la única forma en que un país puede abandonar la OTAN es mediante una renuncia voluntaria. Pero para ello, el país interesado debe notificar formalmente su intención a Washington, que actúa como "depositario del tratado", y deben haber transcurrido al menos 20 años desde su adhesión. Una vez emitida esta notificación, debe esperarse al menos un año para que la salida de la estructura militar atlántica se haga efectiva. Mientras tanto, el país seguiría estando sujeto a cumplir con todas sus obligaciones dentro de la OTAN, incluida la "defensa colectiva".

Por lo tanto, la insinuación de Trump no tiene base legal en el tratado, por lo que los expertos lo consideran más una declaración política para ejercer presión diplomática directa que una opción viable. Por tanto, la pertenencia a la OTAN es en la práctica irrevocable salvo que el país decida voluntariamente retirar su membresía siguiendo el procedimiento previsto.

Salvoconductos

Trump ha solido presionar por el aumento del gasto militar en la OTAN través de mecanismos formales como la diplomacia directa, vinculando la cuestión con acuerdos comerciales y proyectos estratégicos. Otro factor a tener en cuenta es la capacidad de influir en la política interna y en la oposición; en este caso, en PP y Vox. Más allá de los cauces regulares, el republicano ha solido amenazar con aranceles, restricciones en acuerdos armamentísticos y el uso estratégico de bases militares, todo ello acompañado de una retórica pública agresiva que genera desgaste político interno, dando pretextos al PP para atacar al PSOE.

Otra carta que podría usar Trump sería Marruecos: Rabat es el principal socio estratégico de los estadounidenses en el Norte de África, con una alianza que incluye ejercicios militares conjuntos, venta de abundante armamento avanzado, intercambio de información entre servicios de inteligencia y ciberseguridad, entre otros. Esta posición privilegiada de Marruecos podría ser útil para presionar al Estado español con desplazar su relevancia estratégica en la zona si no cumple con el mandato de la OTAN.